#ElPerúQueQueremos

Día del Trabajo

"Debemos luchar por los derechos de los trabajadores, dentro y fuera del país"

Publicado: 2017-05-01

Hoy se conmemora en todo el mundo a los mártires de Chicago, que se inmolaron en 1886 por la jornada de las 8 horas, y la defensa de los derechos de los trabajadores.  

En nuestro país se han librado jornadas históricas que han continuado esas luchas, desde las organizaciones sindicales y los diferentes partidos políticos, que por reformas o transformaciones más profundas, levantaron sus banderas.

En el proceso de liberalización y apertura de los años noventa del siglo pasado se incluyó la “flexibilización laboral”, que constituyó un retroceso a los avances logrados por los trabajadores. Paradójicamente, con los tratados de libre comercio se incluyeron adendas que planteaban estándares internacionales que restituían algunos derechos perdidos.

En el crecimiento de los 2000, inducido por el “super-ciclo de las materias primas”, no hubo una mejora sustantiva de los salarios reales, ni de las condiciones de trabajo. Se intentó más bien eliminar derechos, sobre todo a los trabajadores más jóvenes, y reducir “sobrecostos” que tienen que ver con gratificaciones y seguridad social. Un movimiento de masas espontáneo logró revertir esas políticas. Pero, hay debilidades estructurales que tienen que ver, aparte de problemas políticos e institucionales que no abordaremos, con las características del “mercado” de trabajo.

Poca fuerza de trabajo asalariada, por insuficiente inversión y acumulación de capital, coexistencia de la economía moderna o capitalista, con la economía campesina y el denominado sector informal. Los trabajadores tuvieron que crear sus propias fuentes de trabajo, constituyendo una compleja heterogeneidad de productividades, empleos e ingresos. Un gran subempleo que obliga a trabajar más de una jornada, mientras en países europeos, la reducen. Sistemas de seguridad social y atención a la salud, precarios. Regímenes de seguridad social y jubilación, con pensiones miserables, que obligan a los jubilados que no tienen apoyo familiar a continuar laborando en cualquier condición.

Condiciones adversas también enfrentan nuestros compatriotas en el exterior, que sobreviven y se matan trabajando para mantener a sus familias, y enviar remesas a los que quedaron en el país. Es fundamental darles el máximo apoyo desde los consulados, y todos los mecanismos al alcance del Estado.

Los trabajadores de aquí y los que se fueron, sufren en muchos casos el trabajo esclavo o forzoso, en actividades ilegales, la trata de personas, el trabajo infantil. Eso debe ser erradicado, y un avance sería seguir las recomendaciones que la OIT ha formulado desde el 2014.

A lo anterior, se suman las restricciones a la migración laboral, y las políticas incluso de expulsión, que varios países están implementando. Debemos luchar por los derechos de los trabajadores, dentro y fuera del país.

En el Perú, se anuncia dos reformas desde el Ministerio de Trabajo para reducir la variedad de regímenes laborales existentes, y una política supuestamente para incentivar el trabajo juvenil. Otra reforma, es la anunciada desde el Ministerio de Economía, sobre la seguridad social y “seguro de desempleo”. Los gremios sindicales han rechazado las iniciativas, porque entienden profundiza la “flexibilización laboral”, y les quita derechos.

El Primero de Mayo siempre fue motivo de reafirmación de la lucha en defensa de los trabajadores y sus derechos, por lo que hay que estar vigilantes contra todo lo que atente contra ellos. En ese sentido, enviamos un saludo fraterno a todos, los que están en el país y en el extranjero, y a sus organizaciones y dirigentes. Asimismo, a los trabajadores del mundo, especialmente los de la Patria Grande Latinoamericana.


Escrito por

Alan Fairlie Reinoso

Economista y ex-Parlamentario Andino por Perú.


Publicado en