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Foto: Agencia andina

Gabinete Binacional Perú – Chile y las relaciones bilaterales

Publicado: 2017-07-08

El 07 de Julio se realizó el Primer Gabinete Binacional entre Perú y Chile. Hemos realizado varios con Ecuador, Colombia y Bolivia. Este, se da luego de los Acuerdos de la Haya sobre la delimitación marítima entre ambos países. 

Las relaciones económicas

Las exportaciones peruanas llegaron el año 2012 a US$ 2,029.7 millones, iniciándose luego una fuerte tendencia decreciente desde el 2013 al 2016 reduciéndose en prácticamente un 50% con respecto al 2012.

El sector tradicional es el predominante. La caída en las exportaciones responde a la reducción de las exportaciones de minerales de cobre y concentrados, la harina, polvo y pellets de pescado, principalmente.

Fuente: Estadísticas de Comercio Exterior-SUNAD

Por otro lado, las importaciones mantuvieron un nivel más o menos estable y se caracterizaron por ser principalmente de bienes manufacturados. Tal composición del comercio bilateral, nos llevó a pasar de una balanza comercial positiva a una negativa en los dos últimos años, llegando a un déficit de US$ 144 millones. 

La inversión chilena en el Perú se estima en más de US$ 15,000 millones y está en todos los sectores económicos, incluidos los estratégicos, y la del Perú en Chile si bien aumentó en los últimos años, es muy inferior y focalizada en pocos sectores.

Agenda, asimetrías y relaciones futuras

La cita giró en torno a cinco ejes temáticos: asuntos sociales y de cultura para la integración; asuntos de seguridad y defensa; asuntos de comercio exterior, inversiones y turismo; asuntos de medio ambiente, desarrollo sostenible y asuntos energéticos y mineros; y asuntos de desarrollo en relación con la integración fronteriza de nuestras poblaciones.

Los resultados de promover comercio y cadenas productivas, así como la proyección al Asia, profundizando la Alianza del Pacífico, fomentar la integración fronteriza y el turismo, respeto a estándares ambientales, son positivos. El tema de la integración energética favorece a Chile, y la discusión debería procesarse luego que se masifique el gas en el sur, se desarrolle la industria petroquímica y se fortalezca la macro-región sur, no antes.

Tenemos un problema de asimetrías en la relación bilateral, a favor del vecino. El saldo de la balanza comercial se ha vuelto negativo, nosotros vendemos materias primas y les importamos productos manufacturados y servicios, en un inaceptable intercambio norte-sur. Las inversiones chilenas están en todos los sectores, incluso los estratégicos. Las nuestras aumentaron, pero no tanto como se promocionan y solo en limitados sectores, lo que no revierte la asimetría.

Tenemos acuerdos cuestionados como el de cielos abiertos, que claramente favorece al sur, porque no tenemos línea aérea de bandera, y no existe real reciprocidad. Tampoco un pago o compensación adecuados, por los derechos obtenidos.

El TLC vigente privilegió temas de interés del país del sur, como protección a las inversiones, servicios y mecanismos de solución de controversias. No planteamos un capítulo sólido en propiedad intelectual, lo que nos pasa factura ahora con la piratería comercial y cultural impune, a la que no responden como corresponde, las autoridades locales.

Desconocen el Tratado de 1929 con el mal llamado triángulo terrestre, tratando de señalar que el punto para fijar el límite marítimo en el hito uno, lo es también para el terrestre, en vez del Punto Concordia. Hemos sido víctimas de sistemáticas práctica inamistosas y agresivas, como el espionaje.

No se han dado todas las leyes internas que completen la plena implementación del acuerdo de La Haya. Prácticas xenofóbicas se mantienen hacia nuestros compatriotas, y recientemente han quemado a dos pescadores peruanos que trabajaban por allí.

Están buscando consolidar una presencia territorial no solo con algunas tierras agrícolas en diferentes departamentos que los lugareños identifican, sino que quieren violar la Constitución de la República, con propiedades dentro de los 50 km de distancia de la frontera.

Para algunos, estos puntos son secundarios, frente al conjunto de interese comunes que tenemos, la interdependencia económica generada, y la agenda de futuro.

Nos parece fundamental tener una relación armoniosa con Chile, compartir foros internacionales y avanzar en una agenda común de futuro. Pero, deben resolverse primero los temas pendientes, revertir las asimetrías para que haya un intercambio mutuamente provechoso, y cesar los sistemáticos actos de piratería comercial y cultural que se hacen contra el Perú.

Lo contrario sería seguir con la malhadada política de “cuerdas separadas”, mirar hacia un costado, meter bajo la alfombra los problemas existentes y continuar con el actual relacionamiento económico. Esto solo serviría para acentuar las asimetrías y una indeseable dependencia económica. No podemos repetir los errores del pasado.

Saludamos el I Gabinete Binacional, también la distensión. Pero esta debe ser utilizada para construir una nueva relación más equilibrada y sostenible .La relación no puede reducirse a buenos negocios para algunos, sino que debemos mirar estratégicamente el futuro, proyectando la Nación al sitial que le corresponde por Historia.


Escrito por

Alan Fairlie Reinoso

Economista y ex-Parlamentario Andino por Perú.


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